En Masajes Ariza queremos cuidar de ti.

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miércoles, 26 de enero de 2011

ligamento cruzado anterior

LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR (LCA)

E Ligamento Cruzado Anterior es un haz de fibras colágenas que discurre entre el fémur y la tibia en sentido oblicuo (1)


Es el freno principal (90%) al desplazamiento anterior de la tibia, limita la rotación tibial y la angulación externa e interna de la rodilla cuando está completamente estirada. 
De los cuatro ligamentos más importantes de la rodilla, el ligamento cruzado anterior es el que se lesiona con mayor frecuencia.




Un cambio brusco en la dirección de la rodilla al decelerar bruscamente, por ejemplo al caer y apoyar mal la extremidad después de un salto, o bien al pararse bruscamente después de correr puede producir una lesion.

Las mujeres quizás tienen una mayor propensión a lesionarse el LCA dadas sus características anatómicas: mayor laxitud articular, pelvis más ancha que condiciona una rotación externa de la tibia, el lugar donde se aloja el LCA en la rodilla (escotadura) proporcionalmente es menor que en el sexo masculino...
LESIONES Y SINTOMAS
1- Rotura
Puede ocasionar uno o varios de los siguientes síntomas:
  • el paciente siente o incluso oye un “pop”
  • inestabilidad de la rodilla (le falla, sensación de que no le aguanta)
  • inflamación moderada o severa
  • dificultad para apoyar la extremidad lesionada
  • puede haber limitación para doblarla y estirarla (por dolor, lesión asociada de los meniscos u otros factores)
2- Deficiencia Crónica 
Puede ser consecuencia de:
  • Rotura no reciente (a partir de las seis semanas) completa o parcial.
  • Elongación-estiramiento por un traumatismo no reciente en la rodilla.
Una rotura o una deficiencia crónica del LCA permite una traslación y una rotación anormal de la tibia. Al caminar o al correr se pueden lesionar uno o ambos meniscos y el cartílago (artrosis). Sin el cartílago, los huesos (fémur, tibia) friccionan sin protección, la artrosis evoluciona y en consecuencia hay dolor, incapacidad para caminar o mantenerse de pie de forma prolongada, subir y bajar escaleras...
TRATAMIENTO
El Ligamento Cruzado Anterior roto se deshace como el trenzado de una cuerda y no se puede curar por sí mismo.
La decisión entre tratamiento quirúrgico o no quirúrgico se basa en múltiples variables específicas para cada individuo.

Situaciones se puede indicar tratamiento no quirúrgico
  • Edad (avanzada) y nivel de actividad física del paciente (bajo)
  • Grado de inestabilidad de la rodilla: si globalmente parece buena y el nivel de actividad física es bajo.
  • Si no hay lesiones asociadas: rotura de meniscos, ligamentos, cartílago.
El tratamiento no quirúrgico implica:
  • Capacidad del lesionado para cumplir con un programa de rehabilitación prolongado: reforzamiento muscular (cuadriceps, isquiotibiales)
  • A menudo se precisa una rodillera estabilizadora para realizar determinadas actividades deportivas (especialmente en las que existe un stress rotacion al dela rodilla) o simplemente para caminar (decisión personal y opcional)
  • Probablemente cambiar el nivel y tipo de actividad deportiva.

Cuándo se indica tratamiento quirúrgico
Afortunadamente la cirugía reconstructiva del LCA recupera al lesionado por completo.
Son candidatos para la cirugía del LCA los pacientes con:
  • Rotura reciente del LCA y un estilo de vida activo.
  • Deficiencia crónica del LCA que desestabiliza la rodilla y lesiona los meniscos y elcartílago.
  • Rotura del LCA y práctica de deportes en los que se precise saltar, correr y pararse bruscamente, girar bruscamente la rodilla mientras el pie está apoyado en el suelo (pivotar)...
Sin cirugía estos pacientes son incapaces de volver a su actividad deportiva debido a la inestabilidad de su rodilla, y hay riesgo elevado de presentar otras lesiones.
  • Lesión asociada de:
    • Uno o ambos meniscos: más del 50% de roturas del LCA se acompañan de lesión meniscal.
    • La ausencia parcial o total del menisco aumenta el deterioro de la rodilla, por tanto el objetivo es preservar el máximo posible de menisco, por lo que se debe reconstruir el LCA y reparar el menisco el máximo posible => sutura.
    • Otro ligamento: puede precisar reconstrucción del ligamento lesionado y del LCA
    • Cartílago: puede precisar reparación del cartílago dañado y reconstrucción del LCA

 RECUPERACION
¿Cómo es el postoperatorio de la intervención del LCA?
La extremidad intervenida se inmoviliza con un pequeño vendaje elástico.
Puede y debe empezar a doblar y estirar la rodilla al día siguiente de la intervención.
Puede apoyar por completo la extremidad, y en función de las molestias y la sensación subjetiva de inestabilidad, los primeros días puede ayudarse de una o dos muletas y llevar una rodillera de neopreno.
Al día siguiente de la intervención, asistido por un Fisioterapeuta. Deberá fortalecer la musculatura del muslo y la pantorrilla e intentar durante los primeros días extender por completo la rodilla y flexionarla más de 90º.
Acudirá a Rehabilitación en nuestro CENTRO o bien a un CENTRO de Rehabilitación próximo al domicilio o a su lugar de trabajo.
Al mes puede ir en bicicleta y hacer natación.
A los dos meses puede practicar“jogging”.
transcurren 5 o 6 meses hasta que el injerto implantado adopta las mismas características de un ligamento, por lo que no se pueden reanudar actividades deportivas de contacto (tenis, fútbol, esquí, danza...) hasta entonces.
La Rehabilitación es un factor fundamental en la recuperación tras la intervención del L

miércoles, 19 de enero de 2011

Lesiones de los dedos

ESGUINCES, LUXACIONES Y FRACTURAS DE LOS DEDOS

Son muy frecuentes y especialmente en deportes que usan las manos (volleybol, basketbol, etc).

Esguinces de los dedos

Comprometen frecuentemente las articulaciones interfalángicas proximales de los dedos; los ligamentos colaterales de las articulaciones interfalángicas se encuentran tensos cuando dichas articulaciones se encuentran en extensión, y como se trata de articulaciones trocleares que no permiten movimientos laterales, ellos son exigidos cuando se aplican fuerzas laterales o en hiperextensión; el dedo se edematiza, hay aumento de volumen a nivel de la articulación y puede aparecer equímosis tardía; estos esguinces pueden frecuentemente acompañarse de pequeños arrancamientos óseos en las inserciones laterales de los ligamentos o en la cara palmar de la articulación, por lo cual el estudio radiológico es imperioso.

 

         Tratamiento

Los dedos deben ser inmovilizados en semiflexión con una férula digital; ésta puede fijarse al resto de la mano con un yeso antebraquial. El período de inmovilización es de aproximadamente 2 a 3 semanas; una vez pasado el dolor debe iniciarse una movilización activa, ya que el riesgo de rigidez es esperable. La articulación puede permanecer con aumento de volumen por 2 a 3 meses, por lo que puede ser necesario complementar el tratamiento con fisioterapia (calor local, en cualquiera de sus formas).
El esguince de la articulación metacarpofalángica del pulgar es también muy frecuente. Debe ser inmovilizado con un yeso antebraquial incluyendo el pulgar. La ruptura completa del ligamento colateral lunar de esta articulación puede dejar una subluxación metacarpofalángica con inestabilidad de dicha articulación, que requiere de tratamiento quirúrgico.

Luxaciones de los dedos

Las más frecuentes ocurren a nivel de las articulaciones interfalángicas. La falange distal se desplaza hacia dorsal. Son fáciles de reducir ejerciendo tracción y flexión de la falange, aun sin anestesia; deben ser inmovilizadas por aproximadamente 10 días con una férula digital en semiflexión.
La luxación metacarpofalángica del pulgar puede ocurrir al sufrir una fuerza que desplaza el pulgar hacia dorsal (por ejemplo, pelotazo). Su reducción se realiza con la maniobra ya enunciada para las luxaciones interfalángicas y debe ser inmovilizada con yeso antebraquial, con pulgar incluido, por 3 semanas.

Fracturas de los dedos

Las fracturas diafisiarias de las falanges proximales y medias deben ser inmovilizadas con férula digital en semiflexión, por 3 semanas.
Las fracturas condíleas de las articulaciones interfalángicas proximales o distales deben tener una reducción anatómica, sino, provocan rigidez y desviaciones en los dedos, incapacitantes y antiestéticas; si es necesario deben ser reducidas quirúrgicamente y fijadas con tornillos de pequeño fragmento o Kirschner.
Las fracturas de las falanges distales consolidan sin problemas y su inmovilización solo se justifica para disminuir el dolor.


El Mallet finger consiste en la avulsión del tendón extensor de su inserción en el dorso de la base de la falange distal; se produce por una fuerza que flecta bruscamente la falange distal quedando el dedo en flexión a ese nivel e imposibilidad de extenderla. Puede ocurrir con arrancamiento óseo o con ruptura sólo del tendón. El tratamiento puede ser ortopédico o quirúrgico; el tratamiento ortopédico consiste en mantener la falange distal en hiperextensión para acercar los extremos avulsionados, manteniendo la interfalángica proximal en flexión, mediante una férula digital o yeso digital fenestrado por 3 a 4 semanas; debe controlarse semanalmente para asegurar la correcta posición de inmovilización.
El resultado del tratamiento ortopédico es absolutamente incierto. Después de 1 a 2 meses de tratamiento correctamente realizado, al retirar la inmovilización, la falange distal vuelve a adoptar la misma posición primitiva, en flexión. El enfermo debe ser advertido de esta eventualidad.
Con frecuencia el enfermo consulta en forma tardía, 1 ó 2 semanas después del accidente. En estas circunstancias no hay ningún tratamiento que dé buenos resultados, y así se le debe informar al paciente.
El tratamiento quirúrgico destinado a reimplantar el tendón en su sitio de inserción en la falange distal, es de indicación excepcional y sus resultados son altamente inciertos.
Cuando existe un arrancamiento óseo, el éxito del tratamiento ortopédico es mayor que en la avulsión simple del tendón extensor.

Masajes Ariza

El hematoma subungueal post-traumático es intensamente doloroso y debe ser evacuado, ya que esto alivia el dolor de inmediato; se drena traspasando una aguja estéril en condiciones asépticas a través de la uña, maniobra que se facilita calentando al rojo la punta de la aguja en un mechero o encendedor; el hematoma que se drena consiste a veces sólo de algunas gotas de sangre, pero esto basta para producir el alivio del dolor; se deja con una curación simple de protección.
La onicectomía es improcedente.

domingo, 9 de enero de 2011

ESGUINCE O LESIÓN DE LIGAMENTOS DE LA RODILLA.

LESIÓN DE LOS LIGAMENTOS LATERALES.

Definición de esguince de grado III: La rotura de fibras es completa. Se produce una solución de continuidad en el ligamento o una desinsersión en sus anclajes al hueso. La inestabilidad es marcada, advertida subjetivamente por el paciente, y demostrada en la exploración clínica por un “bostezo”, término con el que se describe una apertura lateral de la articulación que normalmente debiera permanecer inmóbil.
La rotura de los ligamentos laterales, especialmente del interno, el que más frecuentemente se lesiona, es mucho más tolerable. Los cruzados circulan por un espacio libre de la rodilla que no ofrece ningún punto de apoyo a la cicatrización. Los laterales, en cambio, apoyados en el plano capsula, pueden llegar a cicatrizar cuando el grado de rotura lo permite.
Los ligamentos son estructuras anatómicas encargadas de mantener la congruencia articular. Otros elementos, como músculos y tendones, cooperan en esta función de amarre.





CAUSAS MÁS FRECUENTES DE ROTURA LIGAMENTOSA.

1. Impacto sobre la cara interna de la pierna por debajo de la línea articular de la rodilla. Si el pie no está apoyado en el suelo, como cuando un futbolista recibe una patada en el aire, la tibia es empujada hacia fuera mientras el fémur permanece casi fijo y la rodilla se abre en su zona interior.
Si se sobrepasa el límite de elasticidad del ligamento lateral interno, encargado del amarre en esta zona, se produce su rotura. La fuerza de palanca puede venir de más abajo. Un golpe suficientemente intenso sobre la cara interna del tobillo produce este mismo efecto.
Cualquier fuerza, aunque no sea un golpe, que fuerce la apertura lateral de la rodilla, podrá provocar la rotura del ligamento lateral interno, como una caída con el peso del cuerpo mientras el pie permanece fijo en el suelo.
2. Impacto sobre la cara interna de la pierna con la rodilla en flexión. La tíbia está rotada hacia fuera respecto el fémur. El mecanismo lesivo avanza y afecta también, además del ligamento lateral interno, al menisco interno, rompiéndolo.
Este mecanismo es mucho más frecuente en la práctica deportiva. Si la intensidad del traumatismo es mayor, se fuerza aún más el límite elástico, rompiendo el ligamento cruzado anterior y, en ocasiones el ligamento cruzado posterior. ( su combinación conocida como triada.)
3. Impacto sobre la cara externa de la tibia, por debajo de la rodilla o sobre la cara externa del tobillo. El pie está en carga, soportando el peso del cuerpo, y la rodilla en flexión. La rodilla se abre en su zona externa forzando el varo. Sobrepasando el límite de elasticidad, se rompe el ligamento lateral externo. Es un mecanismo característico de las caídas tras un salto. Al caer en mala posición, sin control, con el pie en el suelo, se vence la resistencia externa de la rodilla.
4. Torsión de la rodilla, sin contacto, con el pie fijo en el suelo. Lo habitual es que el pie gire hacia fuera, la rodilla se flexione y se habrá en valgo. Se provoca la rotura del ligamento Lateral interno, menisco interno y cruzado anterior.
FACTORES DE RIESGO O TIPOLOGÍA.

La edad: Estas lesiones son más frecuentes entre la segunda y la tercera década de vida. La edad promedio en no deportistas es de 37,5 años por 25,5 en practicantes de algún tipo de deporte.
El sexo: Predominan en varones en una proporción 2/ 1 respecto a las mujeres. Aunque existe un mayor riesgo potencial en las féminas, la influencia de actividad deportiva es mayor entre la población masculina. A medida que aumenta el índice de población deportiva femenina, las cifras se van equiparando.
La actividad deportiva: Las estadísticas publicadas por las compañias aseguradoras conceden mayor índice de inestabilidades a deportes como el rugby, el esqui y deportes de contacto con balón como el fútbol y baloncesto.
Los accidentes de tráfico: provocan lesiones de imprevisible gravedad.



SÍNTOMAS DE ROTURA LIGAMENTOSA.

Una persona que ha caído jugando a baloncesto tras un salto, que notó un chasquido, que pudo salir andando pero no continuó jugando aunque intentó algunos pasos, que describe una rodilla que se hinchó en las horas siguientes y nota que la rodilla se le va, tiene bastantes posibilidades de tener una rotura ligamentosa.
Entonces concluiremos que los síntomas generales de una rotura ligamentosa, ya sea de los ligam. laterales, cruzados o meniscal, diremos que son los siguientes:
Dolor: El dolor aparece cuando hay rotura ligamentos y es generalmente inespecífico. Será precisa la actuación del médico para concretarlo. Con frecuencia, pasada la primera fase de la inflamación, el dolor desaparece. El paciente se encuentra mejor y es posible que no vuelva al médico, pensando que se ha recuperado, sintiendo dolor o molestias en la zona según los movimientos.
Inflamación: Como respuesta a una lesión interna de los tejidos, aumenta la circulación sanguínea. La inflamación desaparece totalmente a las 48-72 horas, pudiendose acelerar su desaparición con la aplicación de hielo.
Chasquidos: En ocasiones muy llamativas, estos ruidos se producen cuando fémur y tíbia recuperan su posición respectiva despues de haber sobrepasado los límites de desplazamiento tras la rotura ligamentosa.
El atleta, y a veces alguién presente en el accidente, oyen el chasquido.
Episodios de inestabilidad: Se repiten periódicamente cuando la lesión tiene cierta antigüedad.
Bloqueos: Se deben siempre a la interposición de un fragmento de cualquier materia que impida el desplazamiento de fémur sobre tíbia. Puede tratarse de la interposición del ligamento roto.
De todas formas se realizarán maniobras exploratorias para determinar y descartar la posibles lesiones. (médico o fisioterapeuta).


ACTUACION INMEDIATA DESPUES DE UNA LESION LIGAMENTOSA.




Nuestra actuación inmediata frente una posible lesión de los ligamentos laterales sera:
1. La aplicación de frio local mediante hielo o bolsas de hielo ( 15-25 min. aprox. ) Durante las primeras 48-72 horas, se recomienda la aplicación de frio local 4-5 o más veces al día para bajar la inflamación. Siempre protegiendo la zona préviamente.
2. La elevación de la extremidad afectada para facilitar la circulación sanguínea.
3. Mantener la articulación afectada en reposo e inmobilizarla para evitar otras posibles lesiones en la zona, disminuir el dolor.



TRATAMIENTO DE UNA ROTURA DE LOS LIGAMENTOS LATERALES.

Una vez en el médico, este realizará diversas maniobras exploratorias para determinar y descartar diversas lesiones posibles. Para una mayor seguridad se le realizarán varias radiografías simples, y más tarde una resonancia magnética nuclear.
Radiografía simple: Permite descartar un arrancamiento de espinas tibiales en el niño y apreciar un arrancamiento de las inserciones de los ligamentos laterales.
Resonancia magnética nuclear: Es la prueba más eficaz o estrella en la exploración de rodilla. En manos de un radiólogo experto permite diagnosticar con gran fiabilidad cualquier lesión de partes blandas.
1. Tratamiento conservador. En los esguinces laterales, interno o externo, se ha utilizado tradicionalmente la inmobilización rígida con una calza de escayola durante cuatro a seis semanas. Actualmente se ha dulcificado el tratamiento con ortesis que permiten una inmobilización consistente y un mayor confort.
Los tratamientos actuales persiguen una recuperación más rápida, con rehabilitación precoz. Con un vendaje funcional, se limita el arco de mobilidad lateral externo de la rodilla, aumentado por la lesión del ligamento del lado contrario. En esta posición, se favorecerá la cicatrización del ligamento y la reparación de la lesión. El vendaje base deberá ser realizado con sumo cuidado para respetar el movimiento fisiológico de la rodilla consiguiendo también una fijación suficiente.
Las ortensis, aunque no permiten el mismo grado de inmobilización que la escayola, permiten todo esto. La artrofia muscular es menor y el paciente puede atender a su aseo personal. Tras un perído de tres a seis semanas de inmobilización, se inicia la rehabilitación con dos objetivos:
- Recuperar la mobilidad si la hubiera perdido.
- Recuperar el volumen y la potencia muscular.
Siempre queda un grado de mayor holgura lateral que el anterior, por lo que se recomienda seguir practicando ejercicios de potenciación muscular que la compensen.
Con estos dos fines, se realizaran:
. Mobilizaciones activas y pasivas, ayudado por el fisioterapeuta.
. Fricciones en la zona lesionada para favorecer la vascularización y el proceso de rehabilitación.
. Electroestimulación, tratando de conseguir una poenciaci´n de l musculatura de forma pasiva, sin movimiento articular.
. Pedaleo en bicicleta comenzando por pedaleo libre, sin cargas, y aumentando progresivamente la resistencia.
. Runing-pool. Ejercicios destinados a la recuperación realizados dentro del agua. Las condiciones de flotabilidad favorecen la recuperación de la mobilidad articulacion perdida. Por otra parte, la resistencia del agua obliga a realizar un mayor trabajo muscular.
. Carrera contínua cuando la recuperación está más avanzada.
2. Tratamiento quirúrgico. Ante la tesitura del tratamiento quirúrgico, se han de considerar dos factores de suma importancia, la indicación quirúrgica, si es conveniente operar o no y la elección de la técnica, cirugía abierta o artroscopia. La artroscopia frece más ventajas, como el menor efecto traumático, mejor resultado estético, mayor confort, menor dolor post operatorio, y una recuperación precoz y menos costosa en esfuerzo y plazos de recuperación.
En el caso de las roturas de los ligamentos laterales, se ha discutido mucho sobre la conveniencia del tratamiento quirúrgico. El criterio más acertado actualmente es procurar el tratamiento coservador salvo que la inestabilidad sea extrema o se compruebe que la rotura de las inserciones , sean proximales o distales, ya que el arrancamiento de la insersión debe ser reparado quirúrgicamente, procurando un buen anclaje. Sobre la zona desinsertada, tensionando el ligamento, se grapa sobre el punto de inserción, utilizando un tornillo o una grapa metálica.
Los cuidados postoperatorios: Gracias a la artroscópia se acorta la estancia en la clínica, el alta se puede dar en 24-48 horas despues de la intervención. El paciente vuelve a casa con un vendaje y una rodillera que ayuda a mantener cierto grado de inmobilidad. Se la puede quitar mientras permanece en descanso, permitiendo una rehabilitación precoz, que comienza a los pocos dias de la intevención y hace más confortable la convalecencia , permitiendo l higiene corporal y los cambios de postura, etc. A la semana se realiza la primera cura. Se retiran los puntos a las dos semanas. Desde la primera semana puede deambular con la ayuda de muletas, que se retiran junto con a rodillera, a las tres.
En este punto, se inicia la rehabilitación. Se pretende recuperar la mobilidad en plazo variable, de mes y medio a tres meses. Siempre resulta difícil fijar un plazo para la reanudación de la actividad deportiva. Aunque la rodilla esté perfectamente recuperada, es aconsejable mantener una actitud prudente y esperar el plazo suficiente para integrar la nueva plastia en el complicado circuito de las sensaciones propioceptivas. Un tiempo mínimo es el de cuatro meses, y más prudente seis.

SOBRECARGA

SOBRECARGAS MUSCULARES

Básicamente es una forma más coloquial de llamar a una contractura de un músculo fatigado por sobreesfuerzo de contracciones repetidas, que al palparlo lo notamos tenso y dolorido, y tiene el tono aumentado (músculo hipertónico). Se recomienda masaje, estiramiento y calor local.

Son comunes y pueden comprometer a más de un músculo al mismo tiempo. El dolor muscular también puede involucrar ligamentos, tendones y fascia, los tejidos blandos que conectan los músculos, huesos y órganos.

punto gatillo

Consideraciones

El dolor muscular suele estar muy relacionado con tensión, sobrecarga o lesión muscular por un ejercicio o trabajo físicamente exigente. En estas situaciones, el dolor muscular tiende a comprometer a músculos específicos, comienza durante o justo después de la actividad y su causa en estos casos usualmente es bastante obvia.
El dolor muscular también puede ser un signo de enfermedades que afectan todo el cuerpo, como algunas infecciones (incluyendo la gripe) y trastornos que afectan los tejidos conectivos en todo el cuerpo (como el lupus).
Una causa común de dolores y molestias musculares es la fibromialgia, una afección que involucra sensibilidad en los músculos y tejido blando circundante, dificultades para dormir, fatiga y dolores de cabeza.


Causas

Las causas más comunes son:
  • Lesión o trauma, tales como los esguinces y distensión muscular
  • Sobrecarga: usar demasiado el músculo, muy pronto o con excesiva frecuencia
  • Tensión o estrés

    Cuidados en el hogar

    Cuando se presenta dolor muscular por sobrecarga o lesión, descanse esa parte del cuerpo y tome paracetamol o ibuprofeno. Aplique hielo dentro de las primeras 24 a 72 horas de una lesión para reducir la inflamación y el dolor. Después de esto, la aplicación de calor a menudo se siente que ofrece más alivio.
    Los dolores musculares producto de sobrecarga y fibromialgia suelen responder bien a los masajes. Los ejercicios de estiramiento suaves después de un período de descanso largo también son útiles.
    El ejercicio regular puede ayudar a restaurar el tono muscular apropiado. Caminar, montar en bicicleta y nadar son buenas actividades aeróbicas que se pueden intentar. Un fisioterapeuta puede enseñarle ejercicios de estiramiento, tonificación y aeróbicos para que se sienta mejor y no tenga dolor. Empiece lentamente e incremente las sesiones de ejercicios de manera gradual. Evite las actividades aeróbicas de alto impacto y el levantamiento de pesos cuando esté lesionado o mientras tenga dolor.
    Es necesario asegurarse de dormir bien y tratar de reducir el estrés. El yoga y la meditación son excelentes formas para ayudarlo a dormir y relajarse.
    Si las medidas caseras no están funcionando, llame al médico, quien decidirá si le receta medicamentos, lo remite al fisioterapeuta o a una clínica especializada en dolor.
    Si los dolores musculares se deben a una enfermedad específica, siga las instrucciones del médico para tratar dicha enfermedad primaria.

    sobrecarga

    Cuándo contactar a un profesional médico

    Consulte con el médico:
    • El dolor muscular persiste por más de tres días.
    • Hay un dolor muscular severo e inexplicable.
    • Se presenta cualquier signo de infección, como hinchazón o enrojecimiento, alrededor del músculo sensible.
    • Se presenta circulación deficiente en el área donde están los dolores musculares (por ejemplo, en las piernas).
    • Tiene una picadura de garrapata o una erupción.
    • El dolor muscular ha sido asociado con el comienzo o el cambio de dosis de un medicamento, como una estatina.

    Lo que se puede esperar en el consultorio médico

    El médico llevará a cabo un examen físico y hará preguntas acerca del dolor muscular.

    Los exámenes que pueden realizarse son, entre otros:
    • Conteo sanguineo completoCSC)
    • Otros exámenes de sangre para mirar las enzimas del músculo (creatincinasa) y posiblemente un examen para detectar la enfermedad de Lyme o un trastorno del tejido conectivo



    Prevención

    • Haga calentamiento antes y vuelva paulatinamente a la calma después del ejercicio.
    • Haga estiramiento antes y después del ejercicio.
    • Beba mucho líquido antes, durante y después del ejercicio.
    • Si trabaja en la misma posición la mayor parte del día, como en el caso de estar sentado frente a una computadora, haga estiramientos al menos cada hora.

      Nombres alternativos

      Mialgia; Dolencias musculares; Dolor en los músculos

       

      Referencias

      Buttaravoli P. Muscle strains and tears. In: Buttaravoli P, ed. Minor Emergencies. 2nd ed. Philadelphia, Pa: Mosby Elsevier; 2007:chap 122.
      Buttaravoli P. Myofascial pain syndrome, fibromyalgia: (Trigger points). In: Buttaravoli P, ed. Minor Emergencies. 2nd ed. Philadelphia, Pa: Mosby Elsevier; 2007:chap 123.